viernes, 15 de abril de 2016

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Al Sagrado Corazón de Jesús:

¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Te adoro con toda mi alma y te consagro para siempre jamás, todos mis pensamientos, mis palabras y obras.

¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto amor y tanta gloria como Tú consagras a tu eterno Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi muerte. Esta gracia te la pido también para los pobres pecadores, los corazones afligidos, los enfermos y los agonizantes; para mis parientes y bienhechores, amigos y enemigos; por las personas que se encomiendan a mis oraciones, especialmente por aquellas por quien tengo obligación de pedir y, en fin, para todos los hombres que existen en la tierra, a fin de que los méritos de tu preciosa Sangre no se pierdan para ellos. Haz también que sean aplicados en sufragio por las almas del Purgatorio, para que todos en el Cielo podamos bendecirte, adorarte y amarte. Amén.

¡Alabado sea el sagrado Corazón de Jesús en el santísimo sacramento del Altar!
¡Sea por siempre bendito y alabado!
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!
Confío:
El pasado a vuestra Misericordia,
El presente a vuestro Amor
Y el futuro a vuestra Providencia.

lunes, 11 de abril de 2016

ESTAMPAS CON ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS






EL HIJO MÁS SAGAZ


El hijo más sagaz 


Una historia de Etiopía nos presenta a un anciano que, en su lecho de muerte, llamo a sus tres hijos y les dijo:

- No puedo dividir en tres los que poseo. Eso dejaría muy pocos bienes a cada uno de vosotros. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre mas hábil, mas inteligente, mas astuto, mas sagaz. Dicho de otra forma, a mi mejor hijo. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de vosotros. Tomadla. El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa se quedara con todo.

Se fueron.

El primer hijo compró paja, pero solo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo hijo compró sacos de pluma, pero no consiguió llenar la casa mucho mas que el anterior.

El tercer hijo -que consiguió la herencia- solo compro un pequeño objeto. Era una vela. Espero hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

CON SENCILLEZ Y CONFIANZA


Con sencillez y confianza



La oración humilde y confiada conmueve el corazón de Dios. A nosotros también nos enternecen los niños cuando con encantadora espontaneidad nos piden que les ayudemos a hacer un dibujo, a atarles los cordones de los zapatitos, etc., y no podemos negarnos. Su actitud nos impulsa a prestarles cualquier servicio. Esto sucedió a la niñita Romina.

Romina, niñita muy buena, pero muy pobre, iba a un colegio de Hermanas. Un día oyeron las compañeritas que al rezar el padrenuestro, decía: “Danos hoy nuestro pan de cada día… con manteca”, y se echaron a reír, y fueron a contarlo a la Hermana. Explicó la niña que, como su madre había quedado viuda con seis hijos, suprimió la manteca. Pero ella no se resignaba; y por eso, pedía el pan… con manteca. La religiosa le dijo que continuara pidiéndolo, pero en voz baja, para no provocar risas. Dios oyó la oración de Romina. Una niña contó a su madre lo ocurrido en el colegio. Ésta averiguó la dirección de la mamá de Romina, y ordenó a su empleada que cada día dejara un paquete de manteca en su casa. Cuando lo vio, Romina dijo muy contenta: “Mamá, aquí tienes la manteca que le pedí a Dios”

Pide al Señor con insistencia que esa sencillez y confianza de los pequeños, vaya modelando tu vida para poder ver ese divino rostro que sólo se revelará a los puros de corazón.


* Enviado por el P. Natalio