Los cinco minutos de María
8 abril
Cuando Cristo y María entran en la vida de un ser humano, la persona cambia, porque cambia su vida.
Cristo y María transforman el ambiente, oxigenan el espíritu, lo limpian, lo santifican, lo divinizan. Cristo y María, al penetrar en la vida de ese hombre, la llenan de luz y de calor: la luz de la fe y el fuego del amor a Dios y a los hombres.
Así en esta vida todo cambia, todo se mejora, todo se eleva en perfección; ya no es más soberbia, no hay en ella más sensualidad, más egoísmo, más violencia de palabra ni de carácter o temperamento, no hay más celos, ni envidias, no hay más pecados y sí más gracia de Dios, que es santidad.
Madre de la Iglesia, ayúdanos a llevar la novedad del Evangelio a todos los ambientes.
*P. Alfonso Milagro