miércoles, 6 de julio de 2016

SANTA MARÍA GORETTI, VIRGEN , 6 DE JULIO




María Goretti, Santa

Biografía y virtudes a imitar. 6 de julio 

Fuente: Catholic.net 





Hoy celebramos a Santa María Goretti, una joven que vivió la virtud de la pureza hasta el heroísmo.
Una santa que prefirió morir antes que ofender a Dios.

Un poco de historia...

Santa María Goretti nació en 1890 en Italia. Su padre, campesino, enfermó de malaria y murió.

Una tarde, María estaba sentada en lo alto de la escalera de la casa, remendando una camisa. Aunque aún no cumplía los doce años, era ya una mujercita.

Alejandro, un joven de 18 años, subió las escaleras con intención de violar a la niña. María opuso resistencia y trató de pedir auxilio; pero como Alejandro la tenía agarrada por el cuello, apenas pudo protestar y decir que prefería morir antes que ofender a Dios. Al oír esto, el joven desgarró el vestido de la muchacha y la apuñaló brutalmente. Ella cayó al suelo pidiendo ayuda y él huyó.

María fue transportada a un hospital, en donde perdonó a su asesino de todo corazón, invocó a la Virgen y murió veinticuatro horas después.

Alejandro fue condenado a 30 años de prisión. Por largo tiempo, fue obstinado en no arrepentirse de su pecado, hasta que una noche, tuvo un sueño en el que vio a la niña María, recogiendo flores en un prado y luego ella se acercaba a él y se las ofrecía. A partir de ese momento, cambió totalmente y se convirtió en un prisionero ejemplar. Se le dejó libre al cumplir 27 años de su condena. Al salir de la cárcel, una noche de Navidad, la de 1938, pidió perdón a la mamá de María, y aquella noche, en la misa de Gallo, comulgaron juntos.

El caso de María Goretti se extendió por todo el mundo. En 1947, el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la santa.

Santa María Goretti fue santa no por el hecho de tener una muerte injusta y violenta, sino porque murió por defender una virtud inculcada por la fe cristiana. A esta santa se la llama la “Mártir de la pureza”. Sus imágenes la representan como una campesina con un lirio en la mano, que es el símbolo de la virginidad, y con la corona del martirio.

María Goretti era una muchacha soltera que conocía el valor del matrimonio y de las relaciones sexuales. Sabía que la complementariedad de los sexos se manifiesta plenamente en el acto sexual, en el cual el hombre y la mujer se unen íntima y totalmente en alma y cuerpo por el amor que existe entre ellos. Entendía que el acto sexual sólo puede efectuarse dentro del matrimonio ya que es una manifestación de amor entre los esposos y para la procreación de los hijos.

Los jóvenes podrán preguntarse: ¿Hasta el matrimonio? ¡Faltan “miles de años”! Y mientras... ¿qué? Pueden aprovechar el tiempo del noviazgo para conocerse, tratarse, vivir en amistad y hacerse felices el uno al otro. El noviazgo es una preparación para el futuro matrimonio.

¿Qué hacer para vivir esta virtud? 

Debes cuidar todo lo que ves y oyes. Y, recordar que tú eres una persona que tiene dignidad, inteligencia y voluntad y que eres diferente de los animales que tienen relaciones sexuales por puro instinto. La virtud de la castidad te dará fuerza para dominar y controlar tu impulso sexual.
Es más persona quien sabe dominarse, quien sabe controlarse, quien sabe guardarse íntegro para entregarse sin reservas a su futura esposa o esposo, que aquel cobarde y sin fuerzas de voluntad que entrega su cuerpo a cualquiera ante el primer estímulo que pasa frente a sus ojos.

¿Qué nos enseña la vida de María Goretti?
  • La principal enseñanza es la vivencia de la virtud de la pureza: pureza de alma y cuerpo.
  • A perdonar a nuestros enemigos, a pesar de que nos hayan causado un daño irreparable. Como también lo hizo el Papa Juan Pablo II, al perdonar a Alí Agca, quien tratara de asesinarlo en 1981.
  • María Goretti nos enseña a ser fuertes ante situaciones difíciles, confiando siempre en Dios.

Oración

Santa María Goretti, este día te pido que me ayudes a vivir la virtud de la pureza, para entender que la castidad es un medio para cultivar mi voluntad y así, lograr la santidad en el estado de vida al que Dios me llama.
Amén.

jueves, 30 de junio de 2016

ESTAMPAS CON JACULATORIAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




ESTAMPAS CON ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


























FIN DEL MES DE JUNIO, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 30 DE JUNIO 2016 - CAMINO, VERDAD Y VIDA


Nardo del 30 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, Camino, Verdad y Vida!

Meditación: Sabes, Señor, me parece verte en una colina de la hermosa Galilea. Vestido de blanco estás, el manto no llevas, Tus discípulos están descansando y el cielo se está pintando de un rojo tornasolado. Se levanta un rico olor a tierra mojada, y sobre la colina en que pones Tu mirada un trigal se alza, parece como que el campo se ha vestido de dorado para alabar al Dios de lo alto. En la otra colina, sencillas flores multicolores esparcidas la tapizan, y sonríen al nuevo día. Más allá hay un campo ralo en el que no crece ningún sembrado. Señor, me parece que me quieres decir que el mundo así está. A pesar de que toda la tierra fue regada con la Santísima Sangre de Mi Señor, en muchos lugares la semilla no germinó pues no se trabajó con fe y amor. Fue entonces que la planta murió y la tierra en desierto se convirtió. La otra colina en la que germinan flores sencillas son las que han luchado en un campo no tan trabajado, pero donde los talentos a Dios se han presentado y El los ha premiado. El trigal del cual se saca el Pan son todos aquellos a quienes el Señor eligió para ser Sus testigos, y que se vistieron de dorado, abrazándose con nardos pues junto a El su vida han entregado.
Señor, que en la Santa Llaga de Tu Corazón nos abrazas a todos con el Fuego del Amor, escóndenos allí hoy, para evitar que caigamos en el mal. Purifícanos cual metal, para que alcancemos la Verdadera Vida en la Tierra Prometida.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Llenemos el altar que hemos preparado de flores físicas y espirituales, y cantemos en alabanza al Corazón del Amor, que es Jesús, Nuestro Redentor.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.


SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO, MÁS AUMENTA MI FE

lunes, 27 de junio de 2016

LA ALEGRÍA DEL AMOR VERDADERO


La alegría en el amor verdadero



1)  Para saber
San Pablo menciona juntas dos características del amor: “el amor no se alegra con la injusticia y se alegra con la verdad”. Con lo que se puede ver que la alegría puede orientarse hacia el bien o hacia el mal. Cabe el peligro de alegrarse con un mal, lo cual sucede con la envidia que no permite que los demás nos superen en algún aspecto: porque tiene más cosas, porque saben más, por sus éxitos, por su manera de ser, etc. Pero esta es una actitud venenosa.
Dice el Papa Francisco, al comentar estas frases, que la mala alegría se puede dar en la familia cuando se dan las comparaciones o las competencias, incluso con el cónyuge, en que uno se puede alegrar secretamente de los fracasos del otro. Es un mal sentimiento que hay que evitar, pues indica una falta de amor.
El amor nos lleva a alegrarnos con las alegrías de los demás, porque precisamente queremos su bien, que las cosas le vayan bien. Por eso la verdadera alegría es fruto del amor.

2) Para pensar
En una ocasión le hicieron una entrevista a un escritor que tuvo gran éxito con una de sus obras y se vendieron muchos sus libros. Comenzó diciendo: “Pido perdón por haber tenido éxito”. Así se «excusaba» ante los inevitables envidiosos que no perdonaban que hubiera tenido tal éxito con mucha facilidad según ellos.
Algo semejante sucedió a otro escritor, el español Agustín de Foxá, un rico aristócrata de buena familia, que fue diplomático, novelista, poeta, periodista y casado, además, con una mujer muy guapa. Cuando tuvo, por si fuera poco, otro importante éxito con una de sus obras de teatro, cuando le felicitaron, le oyeron decir: “Yo ya he empezado a hacer correr el rumor de que tengo una úlcera de estómago...” Le preguntaron si acaso era verdad. El respondió: “Conozco el mundo. De esa manera, quien tenga que reconocer mi éxito, podrá añadir: «el pobre, de todos modos, está bastante mal de salud». Y así sentirán cierto alivio”.
En efecto, a veces parece que el mundo no perdona el triunfo de los demás y procura de cualquier modo, a veces con la calumnia, derribar al que sobresalió.
Podemos pensar de qué medida es nuestro amor, según nos alegremos con el bien de los otros.

3) Para vivir
Cuando alguien obtiene un bien, el amor nos lleva a alegrarnos también con él. Y si a alguien le acompaña algún malestar, la misericordia nos lleva a padecerla con aquél. La palabra “misericordia” tiene que ver con “tener el corazón con miserias”, es decir, que al ver las miserias del prójimo, las hacemos propias y le ayudamos a cargarlas y remediarlas, de esa manera somos misericordiosos.
Es preciso, dice el Papa, que “alimentemos nuestra capacidad de gozar con el bien del otro”, procurando dejar de concentrarnos en nuestras propias necesidades… La familia debe ser siempre el lugar donde alguien, que logra algo bueno en la vida, sabe que allí lo van a celebrar con él”. De esa manera, lo que vivimos en la familia, luego lo viviremos en la sociedad.


* Pbro. José Martínez Colín