lunes, 26 de marzo de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 26 MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
26 marzo




Yo soy la servidora del Señor, 
que se cumpla en mí lo que has dicho.

El Evangelio nos dice que la Virgen quedó desconcertada por las palabras honoríficas que el ángel le dirigía; era la profundísima humildad de María, que se juzgaba indigna de tales elogios; pero fue precisamente esta humildad de María la que atrajo las miradas de Dios.

Si queremos atraer las miradas de Dios, practiquemos la humildad.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 26 MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 26



Dicen que el apóstol San Juan, en su ancianidad, no hacía sino repetir a sus discípulos el precepto del Maestro: “Ámense los unos a los otros”. Podemos imaginar que la Madre de Jesús, en sus continuas conversaciones y exhortaciones, no haría sino repetir a los apóstoles y primeros discípulos la enseñanza de Jesús: el amor.
Así, procurando amarse unos a otros como Jesús los había amado, comenzaron a formar la Iglesia de Jesucristo.

Así debemos hacer también los discípulos de hoy: debemos aprender a amarnos, a hacer la Iglesia amándonos, a vivir el Evangelio amándonos. La Madre de Jesús nos sigue dictando la misma lección de amor…

Madre de los vivientes: que, para conseguir la paz, todos defendamos la vida.


* P. Alfonso Milagro

domingo, 25 de marzo de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 marzo



María Santísima siempre estuvo dispuesta a aceptar la voluntad del Señor. Ella siempre tenía la voluntad del Señor. Ella tenía siempre, no sólo en el fondo de su Corazón, sino también a flor de labios, el fiat, el hágase Señor tu voluntad, siempre y en todo; aun en aquellas cosas tan difíciles y en todo; aun en aquellas cosas tan difíciles de comprender, como el hecho de que sea ella la Madre del Redentor, permaneciendo siempre virgen.

Fue siempre María la humilde sierva del Señor; ella colaboró en todo y por todo con los planes salvadores del Señor; así debe ser el cristiano: un fiel hijo de Dios, puesto enteramente en sus manos para que en él y por él se realicen los planes que el Padre tiene sobre sus hijos los hombres.

En los planes de Dios, los hombre deben ser salvados por los hombres; Dios cuenta con nosotros, para que los otros hombres lleguen al conocimiento de Jesucristo; si fallamos, fallamos al plan de Dios.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 25 MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 25



El Niño Jesús seguramente tropezaría y caería en tierra como cualquier chico del mundo al aprender a dar sus primeros pasos. María seguramente acudiría presurosa a levantarlo y luego lo llevaría de su mano para sostenerlo y guiarlo.

Del mismo modo, cuando María ve que sus hijos caemos en pecado, más por debilidad que por mala voluntad, también acude pronto a socorrernos.

Si quisiéramos andar por el camino del Señor, vamos tomados de la mano de María, apoyados en ella, guiados por su espíritu, alentados por su amor, animados por su mirada, sostenidos por su compañía, pacificados por su ternura.

Madre, implora el perdón para las madres que rechazaron a sus niños antes de mirarlos a los ojos.


* P. Alfonso Milagro

sábado, 24 de marzo de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 24 MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
24 de marzo




Jesús perdonó a la mujer pecadora, pero le exigió que no volviera más a su pecado; el que no está dispuesto a apartarse del pecado, no recibe el perdón.

No lo olvides: has de alejarte del pecado y de las ocasiones de pecar; el que voluntariamente se pone en ocasión próxima de pecado, es porque no está profundamente arrepentido de su pecado y en consecuencia no está en disposición de recibir el perdón del mismo.

Cuando recibas el sacramento de la reconciliación, asegúrate de que tu arrepentimiento y tu propósito de la enmienda sean sinceras.



P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 24 MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 24



Cuando el Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles el día de Pentecostés, los encuentra arracimados en torno de María; todos ellos con María eran el racimo, unido y compenetrado por Dios para salvarlo; eran la espiga integrada por todos aquellos granos destinados a formar la hostia de la Eucaristía.

María era el elemento de cohesión, la que apretaba los granos e impedía su disgregación. Hoy como ayer ¿María sigue siendo elemento de unión? No te alejes de ella y no te alejarás de tus hermanos, seguirás formando ese racimo y esa espiga en que hallarás tu salvación.

Madre, protégenos de planear sin realizar, de hablar sin vivir, de rezar sin orar.


* P. Alfonso Milagro