jueves, 26 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 25 JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 25




La concepción inmaculada, la plenitud de gracia, la carencia de pecado personal y de desorden, la asunción, son en María fruto de la muerte y resurrección de Cristo Redentor.

En María aparece la victoria total de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte. En este sentido, María es la “redimida de modo eminente” (LG 53).

Cada privilegio de María indica de su parte un Sí pleno a la palabra de Dios y en esto es Modelo de la Iglesia.

La historia de nuestra vida cristiana podría titularse: La historia de un Sí nunca revocado.

Nuestra Señora del sí para siempre, concédenos una fidelidad siempre nueva al Evangelio de Jesús.

* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 24 JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 24



Madre, oye mi plegaria; es un grito en la noche.
Madre, mírame en la noche de mi juventud.
Madre, sálvame, mil peligros acechan mi vida.
Madre, lléname de esperanza, de amor y de fe.
Madre, guíame en las sombras, no encuentro el camino.
Madre, llévame, que a tu lado feliz cantaré.
No lo olvides, Señora, Tú eres mi Madre. Haz que yo no olvide nunca que soy tu hijo.
Virgen fecunda, sea mi vida también fecunda en buenas obras.


* P. Alfonso Milagro

lunes, 23 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 23 JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 23




Nuestro trato con María nos lleva irremisiblemente al trato con Dios:
- con Dios Padre, con quien ella comparte la fecundidad;

- con Dios Hijo, que se ha dado a ella sin reservas;

- con Dios Espíritu Santo, que la ha llenado de su amor.

Orar a la Virgen es tratar con Dios, con ese Dios Uno y Trino que colma enteramente su Inmaculado Corazón.

María está compenetrada de Dios; quien a ella se acerca no puede menos de sentirse cerca de Dios.

Virgen dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo, que nunca me oponga a lo que Dios quiere de mí.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 22 JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 22



El Espíritu Santo nos hace llamar a Dios “Padre” en lo íntimo de nuestro ser y ese mismo divino Espíritu con sus íntimas inspiraciones nos mueve a llamar a María “Madre”.

No contrariemos los impulsos y las mociones del Espíritu Santo que obra en nosotros; dejémonos santificar por Él y dejémonos santificar como Él quiere, teniendo a Dios como Padre y a María como Madre, y amándolos como tales.

Virgen llena de piedad, don del Espíritu Santo, alcánzanos este don que nos haga descubrir en Dios al Padre y en María a la Madre.


* P. Alfonso Milagro

sábado, 21 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 21 JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 21




El Corazón de María fue un libro de oración; María no necesitaba consultar otros libros y devocionarios para ponerse en oración; su Corazón era el más hermoso de los libros, el más ferviente devocionario.

Allí, en su Corazón, en sus recuerdos, María leía, meditaba, profundizaba las cosas y los planes de Dios.

Llena tu corazón de las cosas de Dios y así podrás pensar en ellas, hablar de ellas, comunicarlas a los demás: “La boca habla de la abundancia del corazón” (Mt 12,34).

Virgen llena de la ciencia de Dios, hazme profundizar los secretos del Espíritu de Dios.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 20 JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 20



Todas las virtudes son fuente de belleza en la Madre de Dios pero la raíz principal de su belleza era su virginidad.

La virginidad sobrehumana, angelical, de la Madre de Dios daba la impresión de una belleza no conocida y la virginidad interior florecía en ella con inigualable modestia y suavidad.

La gracia divina, fuente de la belleza sobrenatural, la tuvo María en un grado tal, como no la ha tenido criatura alguna.

Virgen que creíste en la palabra de Dios, que no solamente conozca la palabra del Señor, sino que lo acepte de corazón.


* P. Alfonso Milagro

jueves, 19 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 19 JULIO



Los cinco minutos de María
Julio 19



La Virgen quiso bien a todos porque cumplía el mandamiento de Dios de amar a todos, porque imitaba al Padre celestial, que hace salir el sol para todos.

Como su Hijo más tarde, ella quiso pasar por la tierra haciendo a todos el bien y en toda su vida no hizo mal alguno a nadie.
¡Qué norma de conducta tan hermosa: no hacer mal a nadie, a todos hacer el bien!

Virgen que entendiste la palabra de Dios, alcánzame los dones del Espíritu Santo que me descubran las cosas de Dios.


* P. Alfonso Milagro