viernes, 31 de enero de 2020

IMÁGENES DE JACULATORIAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS









LECTURAS BÍBLICAS DE HOY VIERNES 31 DE ENERO DE 2020



Lecturas de hoy San Andrés, apóstol
Hoy, viernes, 31 de enero de 2020


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,9-18):

Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: «¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!» Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?» Así, pues, la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: «¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: «A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los limites del orbe su lenguaje.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18,2-3.4-5

R/. A toda la tierra alcanza su pregón

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,18-22):

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores.
Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy viernes, 31 de enero de 2020
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Ignoramos el criterio seguido por Jesús al buscarse discípulos y seguidores. Lo que tenemos claro son sus “desaciertos” (¿?), pues no llamó al mejor de cada casa: uno le venderá, otro le negará, otros, a la hora de la verdad (la del proceso), le abandonarán y huirán cobardemente (Mc 14,50). Desde nuestros cálculos, habríamos esperado más perspicacia. Pero Jesús no vino precisamente a llamar a los justos, sino a los pecadores (Mc 2,17). La suya es una “política peculiar”: no es un Mesías justiciero, sino que se fía de los pecadores y comparte con ellos su tarea, los hace “pescadores de hombres”.

Pero esto no era nuevo. Ya entre los elegidos por Yahvé en el AT para ser sus grandes mediadores hubo de todo. Junto al intachable Samuel, y profetas heroicos y mártires, encontramos a Moisés y Aarón castigados a no entrar en la tierra prometida por no haber sido modelos de confianza en el Dios que los guiaba (Nm 20,12). ¿Y qué decir de David? Se afirma que Dios le eligió fijándose en su corazón (1Sam 16,7), pues “se había buscado un hombre según su corazón” (1Sam 13,14; Hch 13,22); será el gran depositario de las promesas mesiánicas. Pero la Biblia no disimula su condición de pecador; y no la afirma de pasada, sino en detalle. Dios elige lo que no cuenta para humillar a lo que cuenta, dirá S. Pablo (1Co 1,28); y esto se aplica incluso en el campo de lo moral, de la virtud y del pecado, para que no quede resquicio a la autosuficiencia humana o religiosa. David, encargado de guiar al pueblo elegido, es adúltero y asesino.

Cambiando de tema, el evangelio nos presenta a Jesús afanado en infundir esperanza en sus adeptos. Estamos seguramente en la primera época de su ministerio, la “primavera galileana”, la de las Bienaventuranzas, cuando aún apenas hay signos de oposición. Pero los seguidores van cayendo en la cuenta de sus propias ruindades y rencillas. ¿Tiene sentido que Jesús anuncie que llega el Reino de Dios? ¿Que, a partir de aquel grupito de miserables, pueda siquiera despuntar algo grandioso? Ante tales dudas, él los invita a creer en el Dios que, según una oración que ellos conocen, “lo da a sus amigos mientras duermen” (Sal 127,2). Deben confiar en la acción, callada pero eficaz, del Padre, en “su gran amor que todo lo engrandece”, como dice un himno de vísperas. ¡De una semilla imperceptible hace surgir todo un árbol! Es algo superior a cualquier esfuerzo o poder humano; falla toda comparación o cálculo.

A veces nos falta profundidad en la mirada. Jesús, perspicaz y reflexivo, se fijaba en los pequeños detalles, e invitaba a sus seguidores a mirar así. Debían intuir lo contenido potencialmente en una semilla minúscula, en un poquito de levadura…, quizá también en pequeños actos de servicio entre sus discípulos, en gestos de perdón, en sentimientos de compasión. Eso era ya el despuntar de un mundo nuevo y grandioso, gracias a los corazones de los discípulos ya renovados por la palabra de Jesús mismo.

Vuestro hermano

Severiano Blanco cmf

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 31 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
31 de enero


Jesús se compadeció de la gente a la que veía fatigada y abatida como ovejas que no tienen pastor; y esta situación se repite también hoy: hay un desconcierto universal por falta de buenos guías; viendo el Señor esta situación, que se iría repitiendo a lo largo de los siglos, invistió de poderes a sus discípulos y los envió por todo el mundo a lo largo de los siglos para que cumplieran su misión de salvar a todos los hombres.


* P. Alfonso Milagro

BIENVENIDOS¡¡




jueves, 30 de enero de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY JUEVES 30 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 30 de enero de 2020



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel 7,18-19.24-29):

Después que Natán habló a David, el rey fue a presentarse ante el Señor y dijo: «¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar hasta aquí? ¡Y, por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de tu siervo una promesa para el futuro, mientras existan hombres, mi Señor! Has establecido a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, eres su Dios. Ahora, pues, Señor Dios, mantén siempre la promesa que has hecho a tu siervo y su familia, cumple tu palabra. Que tu nombre sea siempre famoso. Que digan: "¡El Señor de los ejércitos es Dios de Israel!" Y que la casa de tu siervo David permanezca en tu presencia. Tú, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, has hecho a tu siervo esta revelación: "Te edificaré una casa"; por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta plegaria. Ahora, mi Señor, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre bendita la casa de tu siervo.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 131,1-2.3-5.11.12.13-14

R/. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre

Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob. R/.

«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.» R/.

El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractara:
«A uno de tu linaje pondré sobre tu trono.» R/.

«Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono.» R/.

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,21-25):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 30 de enero de 2020
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Los recuerdos de Jesús, de sus hechos y palabras, no se transmitieron inicialmente como una biografía estructurada y compacta, sino en anécdotas sueltas y dichos aislados, que se mencionaban o repetían cuando venían a cuento, cuando podían iluminar situaciones comunitarias concretas. Más tarde la catequesis eclesial, y luego los evangelistas escritores, fueron creando conjuntos temáticos más o menos unitarios: colecciones de parábolas, de milagros, de dichos de sabiduría popular, incluso “discursos” aparentemente homogéneos, como el sermón del monte. Pero Jesús no había sido un catedrático, sino un maestro popular y espontáneo. En sus supuestos “discursos” percibimos que cada frase es autónoma, “suelta”, inteligible sin el contexto.

Hoy nos encontramos con tres de esos dichos de Jesús apenas ensamblados entre sí. Quizá alguno de ellos ya estaba en uso, como refrán popular; pero Jesús lo “recrea” o actualiza, o le da un sentido nuevo. Cada uno de ellos se merece su propia reflexión.

a.- Ser luz. Los seguidores de Jesús han sido iluminados con el conocimiento de este Maestro del todo singular, con su anuncio esperanzado del Reino que Dios quiere establecer, reino de justicia y de felicidad. Los que lo han recibido deben sentir la necesidad de comunicarlo, de llamar a sus familias, vecinos, amigos… para que los feliciten por haber aprendido a contemplar la vida con ojos nuevos. No pueden ocultarse [hay quien cree que el dicho, en su origen, era un reproche a las autoridades religiosas judías por no haber guiado correctamente al pueblo; también serviría como advertencia a los pastores del nuevo Pueblo de Dios].

b.- No condenar. Existe en el hombre un curioso instinto justiciero, tendencia a “medir” a los demás, y, llegado el caso, a condenarlos. Jesús fue modelo de comprensión, misericordia; fuel el primero en practicar lo de “el amor todo lo excusa” (1Co 13,7). A la adúltera le dijo: “tampoco yo te condeno”. Él intentó profundizar el antiguo precepto de “no matarás”, indicando que hay “otras formas” de matar: menospreciar, insultar, estar enemistado, condenar. Los discípulos de Jesús percibirán dónde está el mal, para evitarlo, rechazarlo. Pero nunca conocerán a fondo el interior de quien lo comete; por lo cual se abstendrán de juzgar, de “medir” negativamente, para que Dios no los “mida” así a ellos. En la carta de Santiago se nos expresa esto en una frase graciosa: “la misericordia (del hombre) se ríe del juicio (de Dios)” (Sant 2,13).

c.- Quitar lo que no se tiene. Seguramente era ya un refrán popular, en sí mismo absurdo, con juego de palabras e hipérbole oriental. No sabemos en qué situación lo usó Jesús, lo cual dificulta nuestra comprensión; pero algo podemos intuir. Hay existencias centradas y existencias despistadas; están los que han aceptado la luz del Reino de Dios y los que, escépticos ante la palabra de Jesús, se han quedado a distancia (lo veíamos anteayer). El tesoro de los primeros aumentará desmesuradamente (ellos entienden las parábolas), mientras que la suerte de “los de fuera”, ¡que quizá se tenían por sabios!, es caminar sin luz, con una carencia cadavez mayor, hacia el sinsentido de la nada.

Vuestro hermano

Severiano Blanco cmf

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LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 30 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
30 de enero



Jesús tocó los ojos de los ciegos y al instante ellos vieron; frecuentemente los evangelistas describen a Cristo tocando a los enfermos, al tiempo que los cura.

Hoy también todos necesitamos que se abran nuestros ojos, para poder ver mejor las cosas de Dios. Nuestros ojos con frecuencia o se cierran, o se enturbian para ver las cosas del Espíritu. Y Jesús nos advierte en otro lugar del Evangelio, que para ver las cosas de Dios se necesita tener el corazón limpio (Sal 27,3-4).

Limpieza de ojos, limpieza de corazón, rectitud de conciencia para poder ver a Dios y llegar al conocimiento de los secretos divinos.



* P. Alfonso Milagro

FELIZ JUEVES!!