domingo, 2 de febrero de 2020

LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO, 2 DE FEBRERO


2 de Febrero
 La Presentación de Jesús en el Templo




La Presentación de Jesús El relato de este hermoso hecho lo podemos leer en San Lucas, Capítulo 2, vs. 22-39.

La Ley de Moisés mandaba que a los 40 días de nacido un niño fuera presentado en el templo. Hoy dos de febrero se cumplen los 40 días, contando desde el 25 de diciembre, fecha en la que celebramos el nacimiento de Jesús.

Los católicos hemos tenido la hermosa costumbre de llevar los niños al templo para presentarlos ante Nuestro Señor y la Santísima Virgen. Esta es una costumbre que tiene sus raíces en la Santa Biblia. Cuando hacemos la presentación de nuestros niños en el templo, estamos recordando lo que José y María hicieron con el Niño Jesús.

La Ley de Moisés mandaba que el hijo mayor de cada hogar, o sea el primogénito, le pertenecía a Nuestro Señor y que había que rescatarlo pagando por él una limosna en el templo. Esto lo hicieron María y José.

Por mandato del Libro Sagrado, al presentar un niño en el templo había que llevar un cordero y una paloma y ofrecerlos en sacrificio al Señor (el cordero y la paloma son dos animalitos inofensivos e inocentes y su sangre se ofrecía por los pecados de los que sí somos ofensivos y no somos inocentes. Jesús no necesitaba ofrecer este sacrificio, pero quiso que se ofreciera porque El venía a obedecer humildemente a las Santas Leyes del Señor y a ser semejante en todo a nosotros, menos en el pecado).

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA, 2 DE FEBRERO DE 2020


Hoy la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada
Redacción ACI Prensa




Hoy 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia también celebra la XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada.

El día de ayer, 1 de febrero, el Santo Padre celebró a las 5 de la tarde (hora local) una Misa en la Basílica de San Pedro con los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica. 

Días antes en una entrevista concedida al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR), el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, Mons. José Rodríguez Carballo, afirmó que los consagrados deben ser “antorchas para quienes caminan en medio de las tinieblas”.

“La vida consagrada está llamada a mantener encendida la lámpara del profetismo, convirtiéndose en faro para quien está desorientado en altamar, antorcha para quienes caminan en medio de las tinieblas, centinela para quienes no ven una salida en la vida”, dijo.

El 26 de enero de 2019 durante su visita a Panamá por la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa tuvo una Misa con los sacerdotes, religiosos y consagrados, con quienes reflexionó sobre el encuentro de Jesús con la samaritana en el Evangelio y se refirió al cansancio que experimentan los consagrados ante los cambios que “parecen poner en duda” la viabilidad de la vida religiosa.

El Pontífice enumeró algunas de las causas que provocan cansancio en los consagrados: “desde largas horas de trabajo que dejan poco tiempo para comer, descansar y estar en familia, hasta ‘tóxicas’ condiciones laborales y afectivas que llevan al agotamiento y agrietan el corazón”.

“Todas reclaman, como grito silencioso, un pozo desde donde volver a empezar”, explicó Francisco.

El Pontífice alentó a los consagrados a recuperar “la pasión de enamorados” de su vocación y “volver sin miedo al pozo fundante del primer amor, cuando Jesús pasó por nuestro camino, nos miró con misericordia, nos pidió seguirlo; al decirlo recuperamos la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los nuestros, el momento en que nos hizo sentir que nos amaba y no solo de manera personal sino también como comunidad”.

Asimismo, en su discurso del 21 de enero de 2018 a las religiosas contemplativas en el Santuario de las Nazarenas en Lima, en el marco de su visita a Perú, el Papa Francisco indicó que “la oración es el núcleo” de la vida consagrada, especialmente de la contemplativa, y “es el modo de cultivar la experiencia de amor que sostiene nuestra fe”.

“¡Cuánto necesitamos de la unidad de la Iglesia! que todos sean uno. ¡Cuántos necesitamos que los bautizados sean uno, que los consagrados sean uno, que los sacerdotes sean uno, que los obispos sean uno! ¡Hoy y siempre! Unidos en la fe. Unidos por la esperanza. Unidos por la caridad”, expresó.

Por otro lado, en su mensaje a los sacerdotes, religiosos y consagrados durante su visita a Colombia en septiembre de 2016, el Santo Padre afirmó que “donde hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones genuinas; la vida fraterna y fervorosa de la comunidad es la que despierta el deseo de consagrarse enteramente a Dios y a la evangelización”.

El Sumo Pontífice dijo que la fecundidad vocacional se logra manteniendo “una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión íntima y fecunda con Jesús, fuente de vida eterna”.

También señaló que la “alegría contagiosa” de la vida consagrada “tiene que ser el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios. Somos verdaderos dispensadores de la gracia de Dios cuando transparentamos la alegría del encuentro con Él”.

Además, Francisco los alentó a “callejear la fe” con alegría y a recordar que, a pesar de todo, "Dios sigue llamando".

Aquí algunos datos importantes sobre aquellas personas que decidieron consagrar sus vidas al servicio de Dios.

La vida consagrada está conformada por todos los bautizados que se consagran a Dios a través del rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estos fieles se comprometen a vivir la pobreza, castidad y obediencia, a través de emisión de votos o promesas.

Entre las ramas de la Iglesia Católica que hacen este ofrecimiento se encuentran los institutos de vida contemplativa (varones y mujeres en comunidades claustrales), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares, orden de las vírgenes consagradas y nuevas formas de vida consagrada.

Según las estadísticas de la Iglesia Católica publicadas en octubre de 2016 por la agencia vaticana Fides, hay en el mundo 1.245 obispos pertenecientes a órdenes religiosas, 134.816 sacerdotes religiosos, 612 diáconos permanentes religiosos, 54.559 religiosos no sacerdotes y 682.729 religiosas.

Asimismo, la Iglesia cuenta con 654 miembros de institutos seculares masculinos y 24.198 miembros de institutos seculares femeninos. Por otro lado el número de seminaristas mayores religiosos es de 46.638 y los seminaristas menores religiosos son 24.453.

En noviembre de 2014 el Papa Francisco, envió una carta apostólica a todos los consagrados para señalar los objetivos del Año de la Vida Consagrada, que se inició el 30 de noviembre del 2014 y que culminó el 2 de febrero del 2016.

El primero fue “mirar el pasado con gratitud” para “tener viva la propia identidad, sin cerrar los ojos a las incoherencias, fruto de las debilidades humanas y quizás también al olvido de algunos aspectos esenciales del carisma”.

El segundo objetivo fue “vivir el presente con pasión”, así como “el Evangelio en plenitud y con espíritu de comunión”. Por último, el tercer objetivo es “abrazar el futuro con esperanza, sin desanimarse por tantas dificultades que se encuentran en la vida consagrada a partir de la crisis vocacional”.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 2 DE FEBRERO DE 2020, FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR


Lecturas de hoy Presentación del Señor
Hoy, domingo, 2 de febrero de 2020


Primera lectura
Lectura del libro de Malaquías (3,1-4):

Así dice el Señor: «Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar –dice el Señor de los ejércitos–. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos.»

Palabra de Dios



Salmo
Sal 23

R/. El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra. R/.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,14-18):

Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y de nuestra carne y sangre participó también Jesús; así, muriendo, aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a todos los que por miedo a la muerte pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan por ella.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,22-40):

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.» Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 
2 de febrero de 2020
Fernando Torres cmf


Día de la Vida Religiosa

      Este domingo, en toda la Iglesia, se celebra el día de la vida religiosa. Para entendernos, el día de los frailes, las monjas, los religiosos, las religiosas, los monjes y las monjas. Son aproximadamente 15 siglos de historia de la Iglesia en la que han ido surgiendo grupos de hombres y mujeres que, atentos a la voz del Espíritu, han ido sirviendo a las diversas necesidades del pueblo de Dios, que no es solo la gente que va a la Iglesia sino toda la humanidad. Órdenes, congregaciones, institutos religiosos, con los más diversos hábitos o sin hábito, sin un uniforme que les identifique, en todas las partes del mundo han dedicado su vida a los demás: han sido faros de oración y espiritualidad, han atendido a los enfermos, ancianos y moribundos, han educado a generaciones y generaciones de jóvenes, han dedicado su vida al mundo de la cultura, han predicado la palabra de Dios a tiempo y a destiempo, han vivido en medio de los creyentes y de los increyentes. A todos han servido y a todos han atendido. Pero siempre con un estilo de vida marcado por la fraternidad y los votos de castidad, pobreza y obediencia, como su forma concreta de vivir al estilo de Jesús. 

      No han sido perfectos. Han cometido fallos y errores. Pero hay en todas las órdenes y congregaciones un caudal de buena voluntad, de entrega generosa y de servicio al Evangelio que no se puede negar. Han sido muchos los que han entregado su vida, hasta el final, al servicio de su vocación, de su misión. 

      En un día como hoy, hay mucho que celebrar, hay mucho por lo que dar gracias. Son muchas órdenes y congregaciones. De hombres y de mujeres. Algunas nacieron, crecieron, realizaron su misión y murieron a lo largo de los siglos. Hay muchas que están actualmente vivas y trabajando, como siempre lo han hecho, al servicio de su misión evangelizadora, sirviendo a los hombres y mujeres de este mundo sin distinción de razas ni géneros ni credos: simplemente haciendo el bien. Y otras nuevas congregaciones siguen naciendo hoy en día. Porque el Espíritu de Jesús es libre y sigue llamando hoy a hombres y mujeres para que generosamente, lo dejen todo y entreguen su vida al servicio del Evangelio. Preparando el camino a todos para que se encuentren con Dios mismo, con Jesús, siendo testigos del amor de Dios en nuestro mundo. 

      Ellos no son toda la Iglesia. Pero son una parte muy importante de ella. Me atrevería a decir que una parte imprescindible. Demos gracias a Dios por ellos, porque en su vida, en su generosidad, entrega y buena voluntad, a pesar de sus fallos y limitaciones –son como los demás, hechos de carne y hueso– todos podemos ver reflejado al Salvador Jesús, al que Dios mismo presentó ante todos los pueblos, luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel, como dice el Evangelio de hoy en esta fiesta de la Presentación. 

      No estaría mal que si hoy nos encontramos con alguna religiosa o religioso, les felicitásemos y les pidiésemos que nos contasen algo de su estilo de vida. 

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2 de Febrero



En la vida hay muchas personas que se titulan maestros, guías, pedagogos, líderes, jefes y otras cosas parecidas.

Sin embargo, ninguno de ellos me sirve para calmar mis preocupaciones, ninguno responde a mis interrogantes, ninguno apaga mis dudas.

¿Por qué acudir a Cristo, que es el único que tiene respuestas que satisfacen, palabras que dan vida, consejos que orientan, gracia que fortalece?

En él hallaremos, y gozaremos. Cristo es el Camino, la Verdad, la Vida.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 febrero



Cristo dice en el Evangelio que él es la Luz. El que no lo sigue, camina en tinieblas, con todas las angustias e incertidumbres que llevan consigo las tinieblas.

El que no sigue a Cristo, no halla explicación para muchas cosas de la vida, se siente embargado por mil problemas sin solución; se le plantean centenares de interrogantes a los que nada ni nadie puede responder.

En cambio, cuando Cristo aparece en la vida, es como cuando se hace la luz, uno encuentra en él la paz, la seguridad, la orientación.


P. Alfonso Milagro

FELIZ DOMINGO!!