domingo, 9 de junio de 2024

LAS 12 PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 



Las 12 promesas del Sagrado Corazón de Jesús

Jesús promete derramar abundantes bendiciones y con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino Corazón

Rev. Irenaeus Schoenherr, O.F.M.



Santa María Margarita de Alacoque, en sus escritos, insiste una y otra vez en el deseo ardiente que tiene Jesús en derramar bendiciones con una generosidad verdadera a quien honre a Su Divino Corazón

Estas promesas están dirigidas a todo tipo de personas: a las fervorosas, a las tibias y sobre todo a los pecadores. Abraza a todas las condiciones de vida: sacerdotes, religiosos y seglares. Prometen alivio a los afligidos, resistencia a la tentación, consuelo a los afligidos, paz a las familias, bendiciones en el hogar, el éxito en nuestras empresas, la misericordia al pecador, alta santidad a las almas fervorosas, valor para los corazones fríos. También prometen gran poder a los sacerdotes y consagrados para ablandar los corazones más endurecidos. Prometen fuerza y valor en nuestro lecho de muerte, y nos hablan del don inestimable de la perseverancia final y de un refugio en el Corazón de Jesús en el último momento de vida.

En las palabras brillantes de Santa Margarita María las promesas encierran el misterio del amor de Dios:

"Jesús me mostró cómo esta devoción es, por así decirlo, el esfuerzo final de su amor, el último invento de su caridad ilimitada"

A continuación, explicaremos una por una el significado de las 12 promesas que nuestro Señor dejó a los devotos de su Sagrado Corazón





1.- "Daré a las almas devotas, todas las gracias necesarias para su estado de vida".

Los deberes de nuestra vida diaria son numerosas y a menudo bastante difíciles. Dios nos concede, en respuesta a la oración y la recepción frecuente de los sacramentos, todas las gracias necesarias para nuestro estado de vida. Hay también gracias extraordinarias que se encuentran fuera de la acción normal de la Providencia de Dios, gracias que Él da a sus amigos especiales. Estas son las gracias más eficaces, las más abundantemente dadas a los devotos del Sagrado Corazón.



2.- "Voy a establecer la paz en sus hogares".

"La paz es la tranquilidad del orden, la serenidad de la mente, con sencillez de corazón, es el vínculo de la caridad". (San Agustín) Fue la primera cosa que los ángeles desearon a los hombres en el nacimiento de Jesús. Nuestro Señor mismo ordenó a sus discípulos que dieran la paz: "En cualquier casa donde entréis, decid primero: ¡Paz a esta casa" (Lucas 10,5)

En el Corazón de Jesús se encuentra la verdadera paz, que hace que la casa sea su reflejo y el anticipo de nuestro hogar celestial



3.- "Voy a consolarlos en todas sus aflicciones"

El deseo de consolar a los tristes es la marca de un corazón noble y amable. El Sagrado Corazón es el más noble y generoso de los corazones, tanto humano como divino. ¿Cómo nos consuela? No necesariamente liberándonos de la tristeza y aflicción. Él conoce, el valor inmensurable de la cruz y por medio de ella, tenemos que expiar nuestros pecados. Por su gracia, Él hace lo que lo doloroso sea tolerable.

"Yo siempre les hablo con toda franqueza y tengo sobrados motivos para gloriarme de ustedes. Esto me llena de consuelo y me da una inmensa alegría en medio de todas las tribulaciones" (2 Cor. 7,4)



4.- "Voy a ser su refugio seguro en la vida, y sobre todo en la hora de la muerte".

"Uno de los soldados abrió el costado de Jesús con una lanza, y al instante salió sangre y agua." (Juan 19,34)

El costado de Cristo se abrió para demostrar que la Divina Providencia quiso que todos los hombres encontrasen en su Corazón Divino un refugio seguro contra los enemigos de nuestra salvación. En su Corazón podemos encontrar protección, fuerza en nuestra fragilidad, la perseverancia en nuestra inconstancia, refugio seguro en los peligros, fatigas de la vida y en la hora de la muerte.



5.- "Voy a conceder abundantes bendiciones sobre todo a sus empresas temporales y espirituales".

Dios es amor. Él está dispuesto a dar a sus hijos abundantes bendiciones temporales, siempre que no pongan en peligro nuestros intereses eternos. Su especial Providencia protege y vela por los devotos al Sagrado Corazón con gran amor y ternura. Sin embargo, no debemos desanimarnos si nuestras oraciones, pidiendo favores temporales, no son contestadas siempre, porque Dios siempre pone nuestro bien eterno antes de nuestro bien temporal.



6.- "Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia"

La redención es el drama inmortal de la misericordia de Dios; y nuestro Divino Redentor es, por así decirlo, la Misericordia de Dios Encarnado. "…porque en Él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia" (Sal. 129,7)


En la tierra, el Corazón de Jesús estaba lleno de misericordia hacia todos. Ahora en su humanidad glorificada en el cielo, Jesús sigue mostrando Su misericordia sin límites, "viviendo siempre para interceder por nosotros." (Heb. 7,25)



7.- "Las almas tibias se harán fervorosas"

La tibieza es un estado moribundo y lánguido del alma que ha perdido su interés en la religión. El Espíritu Santo expresa disgusto profundo para un alma así:

"Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca." (Ap 3,15-16)

El único remedio para la tibieza es la devoción al Sagrado Corazón, que vino "a traer fuego sobre la tierra", es decir, para inspirar a los corazones fríos y tibios con un nuevo temor y el amor de Dios.



8.- "Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección".

La mayor perfección es la recompensa que Jesús otorga a los devotos fervientes de su Divino Corazón; esta devoción tiene, como su fruto especial, transformarnos en gran semejanza a Nuestro Señor. Esto enciende en nuestros corazones el fuego del amor divino, que, como dice San Pablo: "es el vínculo de la perfección." (Col 3,14)

A través de la devoción al amor del Sagrado Corazón, se dará paso a un celo ardiente por igualar nuestros intereses a los de Jesús



9.- "Bendeciré a cada lugar en el que se exponga y se venere una imagen de mi sagrado corazón".

Las imágenes religiosas son una poderosa y atractiva fuente de inspiración. El Sagrado Corazón es un libro abierto en el que podemos leer el infinito amor de Jesús hacia nosotros en su pasión y muerte. Nos muestra su Corazón, cortado y abierto por la lanza, todo resplandeciente como un horno ardiente de amor, cuyas llamas aparecerán brotando desde la parte superior. Está rodeado de espinas, el angustiante golpe de amor ignorado. Quizás esto siempre nos impulse a los actos de amor y de generosidad.



10.- "Daré a los sacerdotes y a todos aquellos que se ocupan de la salvación de las almas, el don de tocar los corazones más endurecidos".

La conversión de un pecador ocurre a veces por gracias extraordinarias. Dios nunca va a forzar a la libre voluntad de un ser humano. Pero Él puede otorgar gracias con las cuales impulsa al pecador a vencer la actitud rebelde que tienen las almas pecadoras más obstinadas. Esto, entonces, es lo que ocurre en el caso de los sacerdotes que están animados con gran devoción al Sagrado Corazón.



11.- "Los que propaguen esta devoción tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, y nunca serán borrados".

Esta promesa otorga a los promotores de la devoción al Sagrado Corazón una recompensa maravillosa: "tendrán sus nombres escritos en mi Corazón". Estas palabras implican una amistad fuerte y fiel de Cristo mismo, y nos presenta el "Libro de la Vida" de San Juan: "No voy a borrar su nombre del libro de la vida." (Ap 3,5)



12.- "A los que comulguen el primer viernes de cada mes, durante nueve meses consecutivos, le concederé la gracia de la perseverancia final".

Esta promesa contiene una gran recompensa, que es nada más y nada menos que el cielo eterno. "La perseverancia final es un don gratuito de la bondad de Dios, y no puede ser merecido como un derecho adquirido por cualquier acto individual que hagamos" (Concilio de Trento) Se da como la recompensa por una serie de actos continuos hasta el final: "El que persevere hasta el final se salvará" (Mat. 10,22). 




sábado, 8 de junio de 2024

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 8 DE JUNIO DE 2024 - INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 



 El Corazón Inmaculado de María

Sábado 8 de junio de 2024



1ª Lectura (Is 61,9-11): La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los pueblos. Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido con un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

Salmo responsorial: 1Sam 2

R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.

Mi corazón se regocija por el señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación.


Se rompen los arcos de tus valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía.


El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece.


Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria.

Versículo antes del Evangelio (Cf. Lc 2,19): Aleluya. Bienaventurada la Virgen María, que conservaba la palabra de Dios considerándola en su corazón. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 2,41-51): Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando». Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.





«Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón»

Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)



Hoy celebramos la memoria del Corazón Inmaculado de María. Un corazón sin mancha, lleno de Dios, abierto totalmente a obedecerle y escucharle. El corazón, en el lenguaje de la Biblia, se refiere a lo más profundo de la persona, de donde emanan todos sus pensamientos, palabras y obras. ¿Qué emana del corazón de María? Fe, obediencia, ternura, disponibilidad, espíritu de servicio, fortaleza, humildad, sencillez, agradecimiento, y toda una estela inacabable de virtudes.


¿Por qué? La respuesta la encontramos en las palabras de Jesús: «Donde está tu tesoro allí estará tu corazón» (Mt 6,21). El tesoro de María es su Hijo, y en Él tiene puesto todo su corazón; los pensamientos, palabras y obras de María tienen como origen y como fin contemplar y agradar al Señor.


El Evangelio de hoy nos da una buena muestra de ello. Después de narrarnos la escena del niño Jesús perdido y hallado en el templo, nos dice que «su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón» (Lc 2,51). San Gregorio de Nisa comenta: «Dios se deja contemplar por los que tienen el corazón purificado». ¿Qué guarda María en su corazón? Desde la Encarnación hasta la Ascensión de Jesús al cielo, pasando por las horas amargas del Calvario, son tantos y tantos recuerdos meditados y profundizados: la alegría de la visita del ángel Gabriel manifestándole el designio de Dios para Ella, el primer beso y el primer abrazo a Jesús recién nacido, los primeros pasos de su Hijo en la tierra, ver cómo iba creciendo en sabiduría y en gracia, su “complicidad” en las bodas de Caná, las enseñanzas de Jesús en su predicación, el dolor salvador de la Cruz, la esperanza en el triunfo de la Resurrección...


Pidámosle a Dios tener el gozo de amarle cada día de un modo más perfecto, con todo el corazón, como buenos hijos de la Virgen.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA

 


 

Oración de consagración a los Corazones de Jesús y María


Santísimos Corazones de Jesús y María,

unidos en el amor perfecto,

como nos miráis con misericordia y cariño,

consagramos nuestros corazones,

nuestras vidas y nuestras familias a Vosotros.


Conocemos que el ejemplo bello

de vuestro hogar en Nazaret fue un modelo

para cada una de nuestras familias. 

Esperamos obtener, con vuestra ayuda,

la unión y el amor fuerte y perdurable

que os disteis.


Que nuestro hogar sea lleno de gozo.

Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia

y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.


Que nuestras oraciones

incluyan las necesidades de los otros,

no solamente las nuestras.

Y que siempre estemos cerca de los sacramentos.


Bendecid a todos los presentes

y también a los ausentes,

tantos los difuntos como los vivientes;

que la paz esté con nosotros,

y cuando seamos probados,

conceded la resignación cristiana

a la voluntad de Dios.


Mantened nuestras familias cerca

de vuestros Corazones;

que vuestra protección

especial esté siempre con nosotros.


Sagrados Corazones de Jesús y María,

escuchad nuestra oración.

Amén.

HOY LA IGLESIA UNIVERSAL CELEBRA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


 

Hoy la Iglesia universal celebra al Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María

 ACI Prensa

8 de junio de 2024



Un día después de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia celebra la Memoria del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María (sábado, 8 de junio de 2024).


La contigüidad entre ambas celebraciones expresa simbólicamente la unidad existente entre el corazón de la Madre y del Hijo; al tiempo que subraya que en María todo está siempre en referencia a Jesús. Es por eso, precisamente, que la Iglesia entiende a María como camino seguro que conduce al Señor, y nos invita a conocer mejor y amar su Sagrado Corazón.

La festividad del Inmaculado Corazón de María fue establecida por el Papa Pío XII el 4 de mayo de 1944, a través del decreto Cultus liturgicus [El culto litúrgico], sobre el culto al Corazón de la Santísima Virgen María. La Sagrada Congregación de Ritos de aquél entonces (disuelta en 1969) la extendió a toda la Iglesia y le asignó el 22 de agosto como día propio.

El Misal Romano publicado tras el Concilio Vaticano II (1969), trasladó la fiesta del Inmaculado Corazón al día posterior al Sagrado Corazón de Jesús (la celebración oscila  entre el 30 de mayo y el 3 de julio).

La intención del Papa Pío XII era que la Iglesia aquilate aún mejor la profundidad del amor mariano, volcado primero sobre Jesús y, por Él, al resto de los hombres, convertidos en hijos de María. Pio XII quiso hacer explícita la convicción de que por medio de la intercesión de la Virgen es posible que obtengan todos los pueblos la paz y la Iglesia de Cristo la libertad, los pecadores, libres de sus deudas, y todos los fieles se hagan fuertes en el amor a la pureza y en el ejercicio de las virtudes" (Decreto Cultus liturgicus).

Décadas más tarde, el Papa San Juan Pablo II declaró la observancia obligatoria de esta festividad en honor a la Madre de Dios; es decir, esta memoria tiene carácter de obligatoria y no debe tomarse como opcional -ha de realizarse en todo el mundo católico-.


Devoción al Inmaculado Corazón

En una de las apariciones de la Virgen en Fátima (1917), Nuestra Señora dijo a Lucía, una de los tres pastorcitos videntes: “Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”. Luego, añadió:

“A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí para adornar su Trono".

En una ocasión posterior, la Virgen dijo a los tres niños: "¡Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: ‘Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!’”.


La gran promesa

Años después, siendo Lucía postulante del convento carmelita de las Doroteas en Pontevedra (España), la Virgen se le apareció nuevamente. En aquella ocasión, María se presentó con el Niño Jesús en brazos y le mostró su corazón rodeado de espinas; luego le dijo: “Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes”.

“Tú, al menos, [continuó la Virgen] procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación", concluyó la Madre de Dios. 

IMÁGENES DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 








 

viernes, 7 de junio de 2024

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 7 DE JUNIO DE 2024 - SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 



Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (B)

Viernes 7 de junio de 2024



1ª Lectura (Os 11,1b.3-4.8c-9): Así dice el Señor: «Cuando Israel era joven, lo amé, desde Egipto llamé a mi hijo. Yo enseñé a andar a Efraín lo alzaba en brazos; y él comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer. Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta».



Salmo responsorial: Is 12

R/. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

El Señor es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.


Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso.


Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión: «Qué grande es en medio de ti el santo de Israel».

2ª Lectura (Ef 3,8-12.14-19): A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, y aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él.

Por esta razón, doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.

Versículo antes del Evangelio (Mt 11,29): Aleluya. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 19,31-37): En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado —porque aquel sábado era muy solemne— rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con Él.

Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: ‘No se le quebrará hueso alguno’. Y también otra Escritura dice: ‘Mirarán al que traspasaron’.




«Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza»

P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP

(San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)


Hoy se nos ofrece ante los ojos corporales —mejor todavía, ante los “ojos interiores”, iluminados por la fe— la figura de Cristo que, acabado de morir en la Cruz, tuvo el costado abierto por una lanzada infligida por el centurión. «Al instante salió sangre y agua» (Jn 19,34). ¡Espectáculo angustioso y, a la vez elocuentísimo! No hay ni el más mínimo espacio para sostener la tesis de alguno que afirma una muerte aparente: Jesús está ciertamente muerto al 100%. Es más, aquella misteriosa “agua”, que no saldría de un cuerpo sano, normal, nos indica según la medicina moderna que Cristo debió morir a causa de un infarto o, como decían nuestros antepasados, con el corazón reventado. Sólo en este caso se verifica la separación del suero de los glóbulos rojos. Esto explicaría aquel anómalo “sangre y agua”.

Cristo, por tanto, ha muerto verdaderamente, y ha muerto sea a causa de nuestros pecados, sea por su más vivo y principal deseo: poder cancelar nuestros pecados. «Con mi muerte he vencido la muerte y he exaltado al hombre a la sublimidad del cielo» (Melitón de Sardes). Dios, que ha mantenido la promesa de resucitar a su Hijo, mantendrá también la segunda promesa: nos resucitará también a nosotros y nos elevará a su propia diestra. Pero pone una condición mínima: creer en Él y dejarnos salvar por Él. Dios no impone a nadie su amor en detrimento de la humana libertad.

En fin, sobre aquel Hombre que ha sufrido la lanzada en su corazón, «mirarán al que traspasaron» (Jn 19,37), nos da confirmación también el Apocalipsis: «Mirad que viene entre nubes, y todo ojo lo verá, especialmente los que le traspasaron» (Ap 1, 7). Ésta es una sagrada exigencia de la divina justicia: al fin, también aquellos que lo han rechazado obstinadamente, lo tendrán que reconocer. Incluso, el tirano autoidólatra, el asesino despiadado, el ateo soberbio..., todos sin excepción se verán constreñidos a arrodillarse ante Él, reconociéndolo como el verdadero, único Dios. ¿No es mejor, entonces, serle amigos desde ahora? 

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 


 

Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús

ACI Prensa

7 de junio de 2024


La Iglesia universal celebra hoy, 7 de junio, la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús  por pedido explícito del mismo Cristo, revelado de manera particular a Santa Margarita María de Alacoque. El Papa San Juan Pablo II señaló que “esta fiesta recuerda el misterio del Amor que Dios alberga por los hombres de todos los tiempos”.


Por ser fiesta de primera clase, de acuerdo a la reforma litúrgica del Papa San Juan XXIII, la celebración del Sacratísimo Corazón de Jesús posee rango de ‘Solemnidad’.


Santa María Margarita Alacoque (1647-1690)

“Te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus [Christi] se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares”, dijo el Señor a Santa Margarita de Alacoque en junio de 1675 para, después, establecer una solemnísima promesa:


“También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute”.


En virtud de revelaciones como esta, de carácter privado, Santa Margarita se convertiría en la gran divulgadora de los mensajes del Sagrado Corazón de Jesús a la humanidad y en la principal promotora de la devoción que nació a partir de estos. Margarita de Alacoque estuvo acompañada en este santo propósito por su director espiritual, el sacerdote jesuita San Claudio de la Colombiere.

La Iglesia Católica se pronunció sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe que supuestamente llora sangre en México

Posteriormente la Compañía de Jesús tomaría la posta en la difusión de la devoción al Corazón de Jesús, tarea que hizo posible que se hiciera muy popular entre los pueblos de América Latina.


Intervención del papado en los últimos siglos

El Beato Papa Pío IX, en 1856, fue quien estableció de manera oficial la fiesta del ‘Sacratísimo Corazón de Jesús’ para toda la Iglesia. En 1899, el Papa León XIII publicó la encíclica “Annum Sacrum” [el año santo] sobre la consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús, acto que se llevaría a cabo ese mismo año.

Asimismo, Pío XI, en 1928, escribió la “Miserentissimus Redemptor” [Redentor misericordioso], encíclica que versa sobre la reparación que todos los fieles deben al Sagrado Corazón de Jesús a causa de los pecados cometidos por el género humano. Por su parte, su sucesor, el Papa Pío XII, publicó en 1956 la encíclica “Haurietis Aquas” [“Beberéis las aguas…], cuyo texto sugiere los lineamientos propios del culto al Sagrado Corazón.

San Juan Pablo II, finalmente, estableció que en el día de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se realice siempre la “Jornada Mundial de Oración por la santificación de los sacerdotes”.


En el corazón de la Iglesia

Muchos grupos, movimientos, órdenes y congregaciones religiosas, desde hace siglos, se han puesto bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús. En Roma se encuentra la Basílica del “Sacro Cuore” [Sagrado Corazón] cuya construcción fue encargada a San Juan Bosco por el Papa León XIII. La realización de dicho proyecto fue posible gracias a las donaciones de los devotos alrededor del mundo.


¡Feliz día del Sagrado Corazón de Jesús! 

LAS 12 PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


 

IMÁGENES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS... EN VOS CONFÍO

 










 

martes, 4 de junio de 2024

ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DEL MES DE JUNIO - SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




PRIMER VIERNES DEL MES DE JUNIO
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús a su confidente Margarita María de Alacoque: "Ven a reposar sobre mi Corazón, para sufrir en seguida con más valor... !Déjame hacer de ti lo que me plazca! Bebe y come en la mesa de mis delicias para ranimarte, pues te queda por andar todavía un camino largo y penoso, y durante esa travesía tendrás necesidad de tomar con frecuencia nuevo alimento y dulce descanso en mi Corazón, siempre abierto para ti".




ORACIÓN
ACTO DE PUREZA DE INTENCIÓN

Ofrézcome todo a Tí, !Oh Corazón de amor!, con intención de que mi vida y mis trabajos sean para honrarte y glorificarte en el tiempo y la eternidad! Yo te amo, Corazón amabilísimo, como el único digno de amor entre todos los corazones. ¡Oh, si pudiese el mío reducirse a cenizas por vehemencia, y haz que ponga en ejecución lo que más te agrade! !Oh fuente de puro amor! ¿Cómo no soy todo corazón para amarte y todo espíritu para adorarte? Concédeme que no pueda amar sino a Ti, que mi entendimiento sólo se ocupe de conocerte, mi voluntad en desearte, mi lengua en alabarte y mis manos en servirte, a fin de que pueda poseerte un día, sin recelo de perderte, enl a bienaventurada eternidad. Amén.

(De Santa Margarita María de Alacoque)



SEXTA PROMESA:
"Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia".




(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.


UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: "Cuando te encuentres en un abismo de ignorancias y de infidelidades...; cuando estés al borde de un abismo de ingratitud, de recelo y de temor..., id a sucumbir en el abismo de luz, de acción de gracias y de ternura del Corazón Divino de Jesús."

(UN PADRE NUESTRO Y AVEMARÍA POR LOS AGONIZANTES Y PECADORES)



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.