miércoles, 20 de abril de 2016

IMÁGENES DE SAN JUAN PABLO II









































DOCE PREGUNTAS Y RESPUESTAS ACERCA DE LA EUCARISTÍA


12 preguntas y respuestas acerca de la Eucaristía
Si te quedaste con lo que aprendiste acerca de la Eucaristía cuando hiciste la Primera Comunión te invitamos a leer este artículo


Por: Luisa Restrepo 




1. ¿Qué significa la Palabra Eucaristía?

Eucaristía es una palabra griega, que significa Acción de Gracias

2. ¿Quién instituyó la Eucaristía?

La Eucaristía fue instituida por Cristo en la Ultima Cena.

3. ¿Cuál evento del Antiguo Testamento prefigura la Eucaristía?

El Cordero Pascual, Jesús es el Cordero Pascual. Lee en el Evangelio el pasaje de la última cena (Lucas 22,7-20) y mira los elementos claves sobre la celebración de la Pascua que nos explican porque Jesús es el Cordero de Dios que se sacrifica por nosotros.

4. ¿Cristo vuelve a morir en cada misa?

No. En cada misa se actualiza el misterio de la muerte del Señor. "El memorial recibe un sentido nuevo en el Nuevo Testamento. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y ésta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual (cf Hb 7,25-27): «Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que "Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado" (1Co 5, 7), se realiza la obra de nuestra redención» (LG 3)" - Catecismo de la Iglesia Católica #1364.

5. ¿Cual es la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la Eucaristía?

La Eucaristía es Jesús, su Cuerpo y su Sangre junto con el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor. Por lo tanto, en ella Cristo entero está realmente presente de forma sustancial.

"El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella "como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos" (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 73, a. 3). En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Concilio de Trento: DS 1651). «Esta presencia se denomina "real", no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen "reales", sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente» (MF 39)"- Catecismo de la Iglesia Católica # 1374.

6. ¿Cuándo se fijaron las líneas básicas sobre la Eucaristía en la comunidad Cristiana?

"Desde el siglo II, según el testimonio de san Justino mártir, tenemos las grandes líneas del desarrollo de la celebración eucarística. Estas han permanecido invariables hasta nuestros días a través de la diversidad de tradiciones rituales litúrgicas". - Catecismo de la Iglesia Católica #1345.

7. ¿Cuáles son los milagros de Jesús que nos ayudan a prepararnos para la institución de la Eucaristía?

"Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (cf Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo". - Catecismo de la Iglesia Católica #1335.

8. ¿Cuál fue la reacción de muchos de los seguidores de Jesús cuando explicó por primera vez lo que significaba la Eucaristía?

Muchos dejaron de seguirlo porque les costó entender sus palabras. "El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los escandalizó: "Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?" (Jn 6,60). La Eucaristía y la cruz son piedras de escándalo. Es el mismo misterio, y no cesa de ser ocasión de división. "¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67): esta pregunta del Señor resuena a través de las edades, como invitación de su amor a descubrir que sólo Él tiene "palabras de vida eterna" (Jn 6,68), y que acoger en la fe el don de su Eucaristía es acogerlo a Él mismo". - Catecismo de la Iglesia Católica #1336.

9. ¿Durante qué parte de la misa el pan y el vino se convierten en El Cuerpo y La Sangre de Cristo?

Durante la consagración, después de las palabras "Este es mi Cuerpo y esta es Mi Sangre".
"En la epíclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo (o el poder de su bendición (cf Plegaria Eucarística I o Canon romano, 90; Misal Romano) sobre el pan y el vino, para que se conviertan por su poder, en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu (algunas tradiciones litúrgicas colocan la epíclesis después de la anámnesis). En el relato de la institución, la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre". - Catecismo de la Iglesia Católica #1353.

10. ¿Es muy importante recibir la Eucaristía?

Si, Jesús nos lo enseñó: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo". (Juan 6, 51)

11. ¿Cuándo reconocieron los discípulos de Emaús a Jesús resucitado?

En el momento de partir el Pan para la cena: Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» (Lucas 24,30-32) De esta forma notamos que la forma más clara de identificar a Jesús es en su presencia viva en la Eucaristía.

12. ¿Qué efecto tiene la Eucaristía en nuestro corazón?

San Juan XXIII nos enseñó: "La Eucaristía, infundiendo en el corazón del hombre una nueva energía -el amor sobrenatural-, refuerza, encauza y purifica el afecto humano, haciéndolo más sólido y más auténtico. Cuando tiene a Dios en su pecho, todo el hombre queda armonizado en sí mismo... En el sacramento divino, el Señor está sumido en el silencio para escucharnos".

ORACIÓN A SAN JOSÉ


INVOCACIÓN A SAN JOSE
DE JUAN XXIII


¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber. Tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti. Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas. Ellos se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges. Tu también supiste de pruebas, cansancio y trabajo. Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios que te fue confiado a ti a la vez a María, su tierna Madre. Amén.

lunes, 18 de abril de 2016

DESDE MI CRUZ A TU SOLEDAD



Desde mi cruz a tu soledad



Cristo nos enseña en estos días Santos a mirar el dolor y el sufrimiento con un sentido nuevo, un valor diferente.

Todo sufrimiento humano, unido al de Cristo, es fuente de salvación, de redención. Podemos aprovechar nuestro sufrimiento y convertirlo en fuente de frutos de salvación. El sufrimiento del inocente sólo se entiende desde Cristo, el cordero inocente llevado al matadero. Él fue inocente: "Pasó haciendo el bien", fue signo de contradicción, fue llevado como un malhechor, sufrió uno de los más terribles tormentos, la crucifixión; pero lo hizo por amor, para enseñarnos el valor del dolor y que también cada uno de nosotros lo podamos vivir así cuando nos llegue.

Te escribo desde mi cruz a tu soledad, a ti, que tantas veces me miraste sin verme y me oíste sin escucharme. A ti, que tantas veces prometiste seguirme de cerca y sin saber por qué te distanciaste de las huellas que dejé en el mundo para que no te perdieras.

A ti, que no siempre crees que estoy contigo, que me buscas sin hallarme y a veces pierdes la fe en encontrarme; a ti, que a veces piensas que soy un recuerdo y no comprendes que estoy vivo.

Yo soy el principio y el fin, soy el camino para no desviarte, la verdad para que no te equivoques y la vida para no morir. Mi tema preferido es el amor, que fue mi razón para vivir y para morir.

Yo fui libre hasta el fin, tuve un ideal claro y lo defendí con mi sangre para salvarte. Fui maestro y servidor, soy sensible a la amistad y hace tiempo que espero que me regales la tuya.

Nadie como yo conoce tu alma, tus pensamientos, tu proceder, y sé muy bien lo que vales. Sé que quizás tu vida te parezca pobre a los ojos del mundo, pero Yo sé que tienes mucho para dar, y estoy seguro que dentro de tu corazón hay un tesoro escondido; conócete a ti mismo y me harás un lugar a mí.

¡Si supieras cuánto hace que golpeo las puertas de tu corazón y no recibo respuesta! A veces también me duele que me ignores y me condenes como Pilato, otras, que me niegues como Pedro y que otras tantas me traiciones como Judas.

Hoy te pido que te unas a mi dolor, que lleves tu pequeña cruz junto a la mía, te pido paciencia y perdón para tus enemigos, amor para tu pareja, responsabilidad para con tus hijos, tolerancia para los ancianos, comprensión para todos tus hermanos, compasión para el que sufre, servicio para todos, así lo he vivido Yo, y así te lo he enseñado.

Quisiera no volver a verte egoísta, orgulloso, rebelde, disconforme, pesimista. Desearía que tu vida fuera alegre, siempre joven y cristiana. Cada vez que aflojes, búscame y me encontrarás; cada vez que te sientas cansado, háblame, cuéntame.

Cada vez que creas que no sirves para nada, no te deprimas, no te creas poca cosa, no olvides que yo necesité de un asno para entrar en Jerusalén y necesito de tu pequeñez para entrar en el alma de tu prójimo. Cada vez que te sientas solo en el camino, no olvides que estoy contigo. No te canses de pedirme, que yo no me cansaré de darte, no te canses de seguirme, que yo no me cansaré de acompañarte, nunca te dejaré solo.

Aquí a tu lado me tienes, estoy para ayudarte. Desde mi cruz, te envío este mensaje, te quiero mucho.

Tu amigo: Jesús
* Autor: P. Dennis Doren

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA








ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA


ENTRE TRUENOS Y RELÁMPAGOS


Entre truenos y relámpagos

Un niño es el regalo de Dios para tus días tristes. Es el movimiento y el torbellino de la vida que se agita, que salta, que corre, que sueña, que sonríe y se duerme. Un niño es siempre una esperanza, un por qué vivimos y trabajamos sin dar lugar a la fatiga. Un niño es un misterio impenetrable; ¿qué será de él en el futuro?

Una nena, como todos los días se fue caminando a la escuela, a pesar del mal tiempo y de las nubes oscuras. Poco después el viento arreció y empezaron los rayos y los truenos. La madre pensó que su hijita podría tener miedo en el camino, pues ella misma estaba asustada por la tormenta. Preocupada, la madre entró a su auto, y se dirigió a la escuela. En el camino encontró a su hija caminando, y notó que a cada relámpago la niña se detenía, miraba hacia arriba y sonreía. Cuando la niña subió al auto, la madre le preguntó muy curiosa: — ¿Qué estabas haciendo? La niña le respondió: —Estaba sonriendo, porque Dios no paraba de sacarme fotos.

Un niño es el interrogante permanente sobre el mundo que hemos construido, sobre los valores que nos movilizan, sobre el destino de nuestra humanidad... ¿Saldría el sol cada mañana si ellos no iluminaran nuestras noches? ¿Podríamos vivir sin su bullicio, sin sus sonrisas, sin la abismante profundidad de sus preguntas? Agradezcamos este don del Cielo.


* Enviado por el P. Natalio