Los cinco minutos de María
Noviembre 24
Vivir en gracia de Dios es vivir ya en el cielo, pues es vivir en Dios, que es la causa eterna de la felicidad.
A María Santísima la invocamos como “Madre de la divina gracia”; de ella esperamos conseguir la santidad de vida y la pureza de costumbres que nos hagan merecedores de la gracia divina, don sobrenatural otorgado por la infinita bondad del Señor del que la celestial Señora puede disponer y capacitar nuestra alma para recibir tan privilegiado regalo.
Nuestra Señora, que esperaste con toda la Iglesia la plenitud del Espíritu Santo, que apreciemos y hagamos crecer sus dones en nosotros.
* P. Alfonso Milagro