Los cinco minutos de María
Julio 8
Nos afirma Jesús que a Dios lo verán los limpios de corazón; nadie de corazón tan limpio, tan santo y tan puro como el Corazón inmaculado y purísimo de María.
Por eso nadie pudo ver y gozar de Dios tanto como ella.
Ya sabes qué es lo que se te pide para que tú también puedas ver a Dios: limpia tu corazón, purifícalo, hazlo semejante al Corazón de María Santísima.
Virgen fiel, Madre santa y virginal, Dios mismo se ha prendado de tu fidelidad. Haz mi corazón semejante al tuyo.
* P. Alfonso Milagro
No hay comentarios:
Publicar un comentario