Los cinco minutos de María
Febrero 9
El hijo que deja pasar todo un día sin hablar con su madre difícilmente puede ser calificado como buen hijo. La Virgen, nuestra buena Madre, está continuamente a nuestro lado, dispuesta siempre a escucharnos y a ayudarnos.
No podemos, pues, dejar pasar ni un solo día sin dedicarle algunos minutos de oración para saludarla, conversar con ella, consultarle nuestros problemas, pedirle su ayuda maternal, manifestarle que la amamos profundamente, que nos sentimos sumamente felices de ser sus hijos y prometerle que siempre le seremos fieles.
Que el Espíritu de Jesús aliente nuestra oración y nos permita abrirnos a Dios como lo hizo María.
* P. Alfonso Milagro
* P. Alfonso Milagro
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