Los cinco minutos de María
16 abril
Alfonso Milagro
La página del Evangelio que nos refiere la pérdida del Niño Jesús, y la susbsiguiente búsqueda de su Madre hasta encontrarlo en el Templo, nos está dando las pautas para nuestra búsqueda de Dios.
El hombre es el eterno peregrino que se dirige a Dios, sintiendo su necesidad, buscando su presencia, anhelando su posesión, añorando su amor. Un peregrino que da pasos vacilantes y cansados, pero siempre ordenados a la búsqueda del Señor.
El caminante se apoya en un báculo, que le facilita el caminar; el báculo del cristiano peregrinante hacia la patria celestial ha de ser María; si en ella te apoyas, no caerás; si en ella confías, no te desalentarás; si ella te acompaña, no te perderás.
Madre de Dios, signo de esperanza y de consuelo para el caminante, sé también ahora mi apoyo seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario