LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
10 de Febrero
Jesús llevaba una vida ordinaria, acomodándose en su manera externa de proceder al uso de los demás hombres y atrayéndose las simpatías de todos, aun de los publicanos y pecadores, cuyo trato no rehuía, porque había venido a buscarlos para salvarlos. Sin embargo, se interpreta su vida como la de un hombre desordenado en el comer y en el beber.
A Juan, que vivía en la austeridad del desierto, lo tenían por endemoniado y a Cristo, que comía con los pecadores para salvarlos, lo tienen por glotón.
Cuando hay malicia en el corazón, se interpretan maliciosamente todas las cosas y aún a las personas más santas se las juzga mal; esto debe moverte a purificar tu propio corazón, para que no juzgues nunca las acciones de tu prójimo, porque ordinariamente cuando vemos el mal en los demás, no se porque el mal esté en ellos, sino que lo tenemos en nuestros ojos manchados y maleados por la suciedad de nuestro corazón.
* P. Alfonso Milagro
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