LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 de Febrero
En verdad fue admirable la fe de aquellos hombre que condujeron al paralítico a la presencia de Jesús: no pudiendo llegar a él por la muchedumbre, que se agolpaba a la puerta de la casa, subieron al tejado y por el descolgaron al paralítico en su camilla hasta ponerlo delante de Jesús. Jesús se conmovió y curó al enfermo.
La bondad de Jesús lo mueve no solamente a conceder lo que le piden, que es la salud para el enfermo, sino que también le devuelve la salud de su alma, perdonándole los pecados.
Dios no deja nunca las cosas a medio hacer; ponte tú también delante de Dios, con la misma fe y la misma confianza con que pusieron a aquel enfermo recuperarás la salud de tu alma, alcanzando el perdón de tus pecados.
* P. Alfonso Milagro
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