LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
11 de Febrero
Jesús sintió compasión de los que sufrían hambre y cansancio; su corazón sensible y tierno se sintió tocado por la necesidad y por el sufrimiento de la gente.
Dios es nuestro buen Padre y como tal, y movido por el amor que nos tiene, se preocupa de nuestras necesidades no solamente espirituales, sino también de las materiales.
Si tú extiendes tu vista por el mundo, verás que son muichos los que tienen hambre de Dios, hambre de pan de la verdad, del pan de la justicia, del pan del amor.
Ojalá tu corazón se sienta tocado ante tanta y tan urgente necesidad y salgas tú al paso, para socorrer esas necesidades materiales y espirituales, al menos en la medidad de tus posibilidades, ya que ni Dios, ni tu conciencia te exigirán más de lo que puedes realizar.
* P. Alfonso Milagro
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